jueves, 23 de abril de 2015

Obras de la carne..Enemistades, Pleitos


En nuestro candar con Cristo, hemos pasado por diversas situaciones, al principio no podía comprender el cómo es que un hijo de Dios, podía vivir enojado con otro, y asi llamarse “cristiano”, a lo largo de todo este tiempo, imagino que igual que tu, has visto divisiones de las iglesias, lideres o pastores que discuten por el rebaño, y que terminan inventando mentiras, haciendo chismes y continuando con la murmuración, para asi contaminar a todos.

Es triste, pero real, aun en el pueblo de Dios, muchas veces es mejor sufrir el agravio, (1 Corintios6:7) dependiendo de las circunstancias, y mantener la compostura, guardando nuestra boca de participar en todo tipo de murmuración.


Y manifiestas son las obras de la carne….enemistades, pleitos… Gálatas 5:20

 Esto tiene que ver con las relaciones humanas, nos enojamos, y entonces vienen las enemistades, los pleitos, vamos guardando en nuestro corazón orgullo, y eso es porque al ser humano nos cuesta pedir perdón.

Santiago 4:1

¿De dónde vienen las guerras y los “pleitos” entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?

La mezcla de cizaña dentro de la iglesia alude a falsos creyentes, y el trigo personas ciertamente redimidas por Dios,  Nuestros miembros, en este versículo nos habla de nuestra naturaleza pecaminosa y caída.

Realmente es un peligro, y es destructivo, sin duda, pasarnos la vida en enemistades y pleitos, cuando puedo ver hermanos en la fe enojados, al punto de no hablarse,  pienso. Dios no permitirá eso en el cielo! aun yo misma lo se, no podemos llegar alla y quejarnos por el enojo que traemos con los hermanos, nuestro esposo, hijos, familiares, etc. ¿con que cara veriamos a Dios? ¿A caso diríamos: Es que tu no sabes lo que me hicieron Señor? Dios dice claramente: No seas ilógico, si no amas a tu hermano que puedes ver ¿Cómo me amaras a mi que no me ves? (1 Jn 4.20) simplemente no podemos amar a Dios y aborrecer a nuestros hermanos.  

Pongamos el reto en nuestro corazón de no tener enemistades, ni pleitos con nadie, vayamos con Dios, sometamos esa voluntad carnal que tanto cuesta a El, eso equivaldrá a nuestro esfuerzo, para levantarnos victoriosas de la lucha con la carne.. sabemos que la perfeccion llegara algún dia, y aquí vamos a tener batallas intensas, con nuestra mente, pero, estamos redimidas, nos hemos quitado esas vestiduras sucias, y Dios nos ha revestido, asi que cuando estemos en desacuerdo, tengamos enojo, dejémoslo a Dios, y permitamos que El lo transforme en armonía y paz.

Al único y Sabio Dios.

Jess Morgan

 

 

 

 

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