martes, 28 de abril de 2015

EL FRUTO DEL ESPIRITU ES..MANSEDUMBRE


El fruto del espíritu es MANSEDUMBRE, una persona serena, dueña de si, pacifica, humilde..

“Llevad mi yugo, sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”  Mateo 11:29

Me encanta la canción: “indomable” de Jesus Adrian. En ella describe la temeridad y poder de Jesucristo nuestro Señor, pero también su hermosa mansedumbre. Jesucristo es Dios Todopoderoso, Eterno y Sublime, Glorioso, Magnifico y Temible. Pero aun asi es Manso y Humilde de corazón. ¡Que bella combinación de gloria y paz, de poder y amistad, de sobriedad y cercanía, de Amor y Fuego abrazador.
 

También me encanta la serie de libros y películas de Narnia. Puedes siquiera imaginar acercarte a un bello animal como el león, acercarte a él sin barreras ni cadenas, y que no responda atacándote y haciéndote daño, que pudieras acariciarle y ser su amigo. Tiene garras tan afiladas como escalpelo, dientes temibles de hasta 5 centímetros, músculos que pueden literalmente partir en 2 a alguien, agilidad y velocidad insuperables, su sola presencia te deja helada. Y que aun asi no te hiciera daño ¡Eso si seria increíble¡ 

Pues es mas increíble que podamos acercarnos a Dios Todo poderoso y no morir, delante del cual la tierra y el cielo tiemblan Salm 18.7 Por la sola presencia de su gloria, el cielo se estremece Isaías 6.1-4 Dios podría no solo destruirnos, sino aun eliminar toda partícula existente de nuestro ser y desvanecer aun nuestra alma si quisiera. Pero no quiere, el quiere amarnos, El quiere acercarnos, El siendo Rey de reyes es humilde, siendo temible es manso. Y eso es parte inalterable de su ser.

Jesús, el ejemplo de todos los frutos del Espíritu, ¡el verdadero origen de donde proviene todo! La fuente inagotable de gracia y bendición eterna.

Ser mansa, es  probablemente uno de los frutos más difíciles de desarrollar en el huerto de nuestro corazón, y es porque tenemos que dejar actitudes y costumbres y malas enseñanzas. Morir a nosotras, como en todos los frutos dejar que sea Dios quien viva y nosotras quien muera.

Es someternos con paciencia a su guía y dirección, de tal forma que  la mansedumbre y la paciencia vallan de la mano. Aunque realmente ninguno de los frutos es independiente, sino todos que todos los frutos están ligados el uno del otro. Trabajan como una unidad en nuestro ser para reflejar el glorioso carácter de nuestro magnifico Señor y Dios Jesucristo. Vengamos a El, la fuente de la mansedumbre e imitemosle..

Algunos versículos como ejemplo de la mansedumbre

Números 12:3  Moisés, Jesús mateo 11:28-30, Tito 2:3-10, Gálatas 6:1,2  Santiago 1:21.

Al Unico y Sabio Dios

Jess Morgan

 

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