En nuestro candar
con Cristo, hemos pasado por diversas situaciones, al principio no podía
comprender el cómo es que un hijo de Dios, podía vivir enojado con otro, y asi
llamarse “cristiano”, a lo largo de todo este tiempo, imagino que igual que tu,
has visto divisiones de las iglesias, lideres o pastores que discuten por el
rebaño, y que terminan inventando mentiras, haciendo chismes y continuando con
la murmuración, para asi contaminar a todos.
Es triste, pero
real, aun en el pueblo de Dios, muchas veces es mejor sufrir el agravio, (1
Corintios6:7) dependiendo de las circunstancias, y mantener la compostura, guardando
nuestra boca de participar en todo tipo de murmuración.
Y manifiestas son
las obras de la carne….enemistades, pleitos… Gálatas 5:20
Esto tiene que ver con las relaciones humanas,
nos enojamos, y entonces vienen las enemistades, los pleitos, vamos guardando
en nuestro corazón orgullo, y eso es porque al ser humano nos cuesta pedir
perdón.
Santiago 4:1
¿De dónde vienen
las guerras y los “pleitos” entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las
cuales combaten en vuestros miembros?
La mezcla de cizaña
dentro de la iglesia alude a falsos creyentes, y el trigo personas ciertamente
redimidas por Dios, Nuestros miembros,
en este versículo nos habla de nuestra naturaleza pecaminosa y caída.
Realmente es un
peligro, y es destructivo, sin duda, pasarnos la vida en enemistades y pleitos,
cuando puedo ver hermanos en la fe enojados, al punto de no hablarse, pienso. Dios no permitirá eso en el cielo! aun
yo misma lo se, no podemos llegar alla y quejarnos por el enojo que traemos con
los hermanos, nuestro esposo, hijos, familiares, etc. ¿con que cara veriamos a
Dios? ¿A caso diríamos: Es que tu no sabes lo que me hicieron Señor? Dios dice
claramente: No seas ilógico, si no amas a tu hermano que puedes ver ¿Cómo me
amaras a mi que no me ves? (1 Jn 4.20) simplemente no podemos amar a Dios y
aborrecer a nuestros hermanos.
Pongamos el reto en
nuestro corazón de no tener enemistades, ni pleitos con nadie, vayamos con
Dios, sometamos esa voluntad carnal que tanto cuesta a El, eso equivaldrá a
nuestro esfuerzo, para levantarnos victoriosas de la lucha con la carne..
sabemos que la perfeccion llegara algún dia, y aquí vamos a tener batallas
intensas, con nuestra mente, pero, estamos redimidas, nos hemos quitado esas
vestiduras sucias, y Dios nos ha revestido, asi que cuando estemos en
desacuerdo, tengamos enojo, dejémoslo a Dios, y permitamos que El lo transforme
en armonía y paz.
Al único y Sabio
Dios.
Jess Morgan
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