Ayer comencé esta serie para jóvenes
solteras, como tú pase un tiempo pensando en que momento podría casarme; la
presiones de este mundo, las amistades, los pretendientes.
Sin embargo al pasar los años, yo
había decidido no casarme, hasta que una hermana joven me dijo: Bueno, Jessi y
tu ¿oras por tu futuro esposo? Me quede paralizada; pues hacia tiempo que deje
de “buscar” al supuesto hombre con quien compartiría mi vida y me formaba en mi
mente el concepto de no casarme.
Pero nuestros planes no son los
de Dios, entendí primeramente que mi
corazón debía pertenecerle solo a El, así que me encontré compitiendo con otros
jóvenes leyendo la Biblia, sin darme cuenta me estaba enamorando; si, mi
corazón comenzó a cautivarse, entregarse a Dios.
Deje de pensar en si me casaría o
no, decidí buscar primeramente las cosas de arriba antes que las del mundo, (Colosenses
3:1-2), decidí enamorarme mas y más de Jesús, y ¿porque no? El dió la vida por
mi; que mas podía yo hacer sino entregarle mi corazón, fijar mis ojos en la
cruz, y comenzar a servir en donde me encontraba en ese momento.
Es por ello mi amiga que
comenzamos esta semana, orando por ti; si, primero tu relación con Dios; tu
intimidad con El, no necesitas otra cosa en este momento más que con tu vida
darle gloria a El que dio su vida por ti; existe un dicho común que leo una y
otra vez “enamórate de Dios antes que de un hombre” esto es real, no puedes
amar a quien no conoces, por eso esta semana esta enfatizada en tu relación con
Dios y tu sujeción a El y a tus padres antes que a un hombre. Lee proverbios 3,
son instrucciones de un padre a su hijo. Allí verás las bendiciones de caminar
con Dios.
Dios sabe si te dará un esposo,
al principio mencione que yo había decidido no casarme, pero Dios tenía otros
planes, y es que amiga hermosa, debemos esperar el tiempo de Dios, y que sea El
que te de a tu futuro esposo (a); no escogas tu, porque si lo haces, seguramente
iras a la deriva; recuerda que Dios va a bendecir lo que venga de su mano; pero
si tu eliges, entonces probablemente tendrás consecuencia de ello.
Esta semana, sigo orando por ti,
por tu corazón, que permanezca enamorado de Dios aún después del matrimonio;
pero sobre todo oro para que tu relación con El nunca termine. Y no olvides que
tu soltería es un ensayo para el matrimonio, pues como te sujetes a Dios, a tus
padres y autoridades, será mas fácil sujetarte al que Dios te de cómo esposo.
Esperá en El, en su tiempo; en su
voluntad. Oremos juntas para que esta semana cada oración sea en tu caminar un bálsamo,
y una enseñanza, oremos juntas para que Dios te de al que ya planeo para ti.
Al único y Sabio Dios
Jess Morgan
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