PALABRAS
DE UN ESPOSO
Algo que nos levanta el ánimo y da fuerzas
en medio de todo es que te reciban con palabras amorosas al llegar a casa, sin
quejas o criticas, sin reclamos o aspereza. Todo eso debe tratarse en un
momento de relajación y sin estrés. Los detalles como una comida rica y un
momento para relajarse son realmente gratificantes, mi esposa es una mujer
increíble, tenemos casados 7 años y 5 meses. Constantemente busca formas de agradarme,
yo en respuesta hago siempre lo mismo, en medio de problemas sabemos que
contamos el uno con el otro.
Un
hombre espera de su mujer que lo ame, pero que demuestre ese amor sin cansarse,
que lo respete y ese respeto sea constante. Lo que más nos frustra es recibir
un respeto esporádico y un amor convenenciero que solo se entrega si le dan
primero lo que quiere.
Pero Dios nos ha enseñado un Amor
diferente e incondicional lo entrega todo sin pedir nada a cambio (1Cor 13) Ese es Amor que funciona, que puede mantener siempre viva una
relación, que da alegría y fortaleza, es el amor que Jesús vivió mostrando
durante 33 años en la tierra, un amor que no se rompe, no se cansa, no se
enoja, ni se frustra, que da lo mejor, que tiene fe, o como la expresa la
palabra “Nunca deja de ser” es un Amor que trasciende y puede vencer a la misma
muerte, es el Amor que Dios quiere que aprendamos a dar y a vivir día a día.
El
quiere que ese Amor habite en nosotros naturalmente y aunque ahora no estamos
habituados a ese Amor debemos procurar con todas nuestras fuerzas vivirlo cada
momento hasta que sea algo natural en nosotros. Mientras mas lo practicamos, más
se vuelve parte de nuestro día a día. Dios quiere que ese Amor este en nosotros
porque de todas las cosas la fe, la esperanza y el Amor. La más grande es el
Amor y este durara por toda la eternidad.
El corazón de un hombre es muy sencillo,
si su esposa le muestra amor y respeto el puede lograr lo imposible, existen
muchos hombres que han logrado grandes puestos y muchos sueños, que son
estables en su hogar y tienen fe en su futuro. Pero sobre todo que jamás lo
hubieran logrado sin una mujer dándole apoyo, recuerdo a mi papa en estos
momentos, el era aun joven cuando se caso con mi mama. El no tenía estudios y
trabajaba como obrero en una fábrica, también como ayudante en una cocina
industrial. Recuerdo que llegaba muy cansado a casa. El deicidio estudiar y mi
mama fue parte fundamental de sus logros, mi padre logro titularse en
contabilidad. Recuerdo a mi Mamá ayudándole con sus tareas por las noches hasta
la madrugada, todos los días, recuerdo
como lo miraba con respeto y siempre tenían muestras de amor el uno por el
otro. En cierta forma la mitad del título en contabilidad le pertenecía a mi
madre, papá pudo conseguir un mejor puesto y un buen salario que le alcanzo
para tener un hogar propio, ya que antes era rentado.
He aprendido que un hombre llegara tan
lejos como una mujer quiera. Dios no solo puso a la mujer como una ayuda ideal,
El literalmente puso a la mujer como la otra mitad del hombre. Cuando Dios creo
todo, dijo: que todo era bueno (Gén. 1.31), que todo
estaba bien. Pero cuando evaluó la condición del hombre que creo (Adán) El dijo
que no era bueno que estuviera solo (Gén. 2.18), asi que Dios
formo a la mujer de la costilla de Adán ¿Porqué no la hizo de el polvo como a
él? La respuesta es porque Dios quería que entendiéramos justo lo que Adán
declaro: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne… (Gén. 2.23). Ni la mujer es sin el varón, ni el varón sin la mujer, simplemente
estamos vinculados entrañablemente somos uno solo. Dios quiso hacerlo así para
que entendiéramos algo profundo acerca de Él. La unidad de la que Dios habla en
la Biblia involucra individualidad, suena raro, lo se. Pero así es, un ejemplo
seria Él mismo. El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo son uno, El único y
Soberano Dios es solo uno, pero son tres. De la misma manera el hombre y la
mujer son uno y a la vez son dos. De hecho Dios en la Biblia no divide al
hablar del hombre y la mujer que formo. El les llama a ambos “Adán” (Génesis 5.2). A la mujer se le dio el nombre de Eva hasta que cayó en pecado (Gén. 3.20).
Jamás la mujer podrá ser como el hombre o
el hombre como la mujer. Simplemente somos diferentes hasta los huesos. Pero a
la vez somos uno solo y ambos la mitad el uno del otro. Es por eso que la
homosexualidad y el lesbianismo es tan abominable. Nunca podrán encajar en el
diseño de Dios.
La mujer y el hombre que entiende el
diseño de Dios, podrán luchar juntos, enfrentarlo todo y vencerlo casi todo, y
lo que no puedan vencer los preparara para algo mejor. Sin Dios un hombre y una
mujer jamás entenderán esto y terminaran como muchísimos matrimonios de hoy,
divorciados. Mis padres terminaron asi ya que ellos no tenían a Dios en sus
vidas, eran muy religiosos e íbamos a la iglesia regularmente. Pero no tenían
al único y Verdadero Dios, el que enseña a amar, el que da fe y esperanza. Pero
sobretodo da vida y vida en abundancia, salva y restablece lo que Adán perdió
en el huerto del edén por su desobediencia.
Apoya a tu esposo, aliéntalo, fortalécelo
amalo con el Amor de Dios pero sobretodo respétalo por ser varón. Solo una
verdadera mujer puede hacerlo, una que entiende el diseño de Dios para su vida,
una mujer que no sigue la corriente e ideas del mundo, una mujer que conoce y
ama a su Dios, una mujer de fuerza y honor.
Jesús dijo: ciertamente vengo en breve.
Amen; sí, ven, Señor Jesús
Jesús E. Sánchez H.
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