miércoles, 26 de noviembre de 2014

EL AMOR NUNCA DEJA DE SER..LOS TODOS DEL AMOR


Los todos del amor

 

1 Corintios 13:7

 

Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

 

Todo.

 

No hay lugar para parcialidades, para “según”, para a veces sí a veces no.

 1 Corintios 13:7 dice “todo”.

 

Todo lo sufre.

Todo lo cree.

Todo lo espera.

Todo lo soporta.

 

Recordemos que este pasaje está hablando sobre el amor “agape”, la clase de amor que Dios tiene por nosotras y que se caracteriza por no buscar el beneficio propio ni por pretender recibir algo a cambio.

 

El amor agape es un amor absoluto. Quizás deseamos que Pablo hubiera dicho “algunas cosas” o “muchas cosas” o “la mayoría de las cosas”, pero no es eso lo que dice, dice “todas las cosas”.

 

Y aunque pensemos que sólo Dios es capaz de dar ese amor, en realidad todos somos llamadas a hacerlo. Y nosotras como mujeres, tenemos un lugar muy especial en el que mostrar esa clase de amor: el matrimonio.

 

¡Oh lo sé! A veces no es fácil soportar, ni esperar, ni creer… ¿y a quién le gusta sufrir? ¡A ninguna! Pero, sin importar qué, sin importar cómo, somos llamadas a mostrar ese amor agape que menciona este hermoso capítulo de 1 Corintios 13.

 

Todo lo sufre… esta palabra puede traducirse también como todo lo “cubre” y aparece de nuevo en 1 Pedro 4:8

 

“el amor cubrirá multitud de pecados”.

 

No todo en tu matrimonio va a ser perfecto todo el tiempo. Olvídalo, eso no va a pasar. Y no va a pasar simplemente porque un matrimonio es la unión de dos pecadores perdonados y redimidos…pero pecadores al fin y al cabo. Personas imperfectas que fallan y meten la pata una y otra vez.

 

El amor todo lo sufre, todo lo cubre, no proclama los errores del otro. A veces nos dedicamos a proclamar a los cuatro vientos los fallos de nuestro esposo. No nos guardamos nada, al contrario, creemos que demostramos lo buenas que somos al contar todo lo que tenemos que soportar. Eso le hace un flaco favor a tu matrimonio. La próxima vez que tu esposo meta la pata, sufre, cubre, ese fallo con tu amor.

 

“Me gustaría queridos hermanos y hermanas, que pudiéramos imitar a la perla. Una partícula dañina y dolorosa se introduce en la concha. La ostra no puede expulsar aquello que la está dañando así que lo cubre con una sustancia preciosa que convierte la partícula intrusa en una perla. Oh que pudiéramos hacer eso con las provocaciones que recibimos de otros creyentes para que perlas de paciencia, amabilidad, largura de ánimo y perdón surgieran de nuestro interior” –Spurgeon

 

 

Todo lo cree… no implica creer una mentira, pero sí, como dicen en las películas, creer en la inocencia del otro hasta que se demuestre lo contrario. Es escoger pensar bien del otro aunque lluevan las críticas, los chismes y las calumnias. Es confiar en la palabra dada. ¿Cuántas veces nos dejamos llevar por lo que otros “han visto” o “han oído” o “les han contado” sobre nuestro esposo?

 

 

Todo lo espera… tiene esperanza en el futuro, confía en lo que está por venir. Espera lo mejor y lo espera en Dios.

Cuando las cosas van mal es más fácil mirar al futuro con pesimismo. En mi propio matrimonio los problemas principales siempre han venido por lo económico, por no tener lo suficiente para nuestra vida diaria. Para mí fue muy difícil al principio esperar con confianza en lo que vendría, me era más fácil quejarme y ponerme triste. Pero, finalmente, fueron estas situaciones de estrechez económica las que nos ayudaron a unirnos en oración, a apoyarnos el uno en el otro de manera incondicional.

 

 

Todo lo soporta…no se rinde. Nunca. No baja los brazos, no tira la toalla, no renuncia al compromiso que ha adquirido con la otra persona.

No pronuncia la palabra “se acabó” a la primera de cambio, no ceja en su empeño de que la relación vaya bien sin importar la tormenta que estén atravesando. Sabe que son capaces de superar cualquier cosa…juntos. Cree en el equipo, en la unión sagrada del matrimonio, en el nosotros por encima del yo.

 

 

El amor en un matrimonio debe estar lleno de absolutos. Debe ser un amor que todo lo sufre, que todo lo cree, que todo lo espera, que todo lo soporta. Un amor que supera los baches del camino tomado de la mano de nuestro Señor.

 

Contenta en Su servicio,

 

Edurne

No hay comentarios.: